"Soluciones oceánicas que benefician a las personas, la naturaleza y la economía" es un informe encargado por el Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica Sostenible y escrito por SYSTEMIQ y los copresidentes del Grupo de Expertos del Panel Oceánico en diciembre de 2020.
Se propone crear una nueva narrativa, junto con una agenda de acción ambiciosa y factible, basándose en las últimas investigaciones y análisis científicos, incluidos los conocimientos de 19 documentos anteriores encargados por Ocean Panel.
El informe detalla cómo lograr una economía oceánica sostenible donde las personas tengan más oportunidades y mejor salud, la naturaleza prospere y los recursos se distribuyan de manera más equitativa.
Miles de millones de personas tienen conexiones personales con el océano, y juega un papel esencial en la vida cotidiana de todos los habitantes del planeta.
El océano hace posible la vida al proporcionar la mitad del oxígeno de la tierra y aporta más de $1,5 billones al año a la economía mundial. Lo que sucede en el océano afecta no solo a los pescadores de Fiji, sino también a los agricultores de Zimbabue cuyas herramientas importadas pueden haber viajado a África en un buque portacontenedores, y cuya calidad del aire y el clima se ven afectados por lo que sucede en el océano.
Para las poblaciones costeras, el océano no es solo una fuente de alimentos y medios de subsistencia, sino también una parte intrínseca de su cultura y patrimonio. Para los millones de personas que se ganan la vida con el océano, es una fuente de ingresos y una forma de vida. Para el 40% de la población mundial que vive dentro de los 150 kilómetros de la costa y los cientos de millones de personas que la visitan, el océano es fundamental para sus vidas, incluido el disfrute cultural, espiritual y recreativo.
Para que la vida perdure y la humanidad siga disfrutando de los innumerables beneficios que brinda el océano, se necesita una nueva relación entre la humanidad y el océano.
Es imperativo no solo aceptar que el futuro de las personas y el océano están interconectados, sino que pensar de manera diferente puede generar beneficios para ambos, e ilustrar cómo se ve ese pensamiento diferente. Este oportuno informe traza el camino a seguir.
Los factores de estrés humanos afectan prácticamente a todo el océano, lo que dificulta que el océano sustente la vida humana en la Tierra. El cambio climático, la pesca excesiva, la destrucción del hábitat, la pérdida de biodiversidad, la contaminación y otros problemas están dañando la salud de los océanos. Las comunidades subrepresentadas y desatendidas soportan una parte desproporcionadamente grande de la carga de estos impactos.
Creación de una economía oceánica sostenible a través de las tres P: Protección, Producción y Prosperidad
Abandonando la falsa elección entre el desarrollo económico y la protección del medio ambiente, una economía oceánica sostenible reúne a diversas partes interesadas para lograr objetivos comunes: las tres P de protección eficaz, producción sostenible y prosperidad equitativa.
En este nuevo paradigma, los grupos trabajan juntos mediante la adopción de enfoques de gestión de los océanos integrados y equilibrados en los que cada una de las tres P contribuye a las demás. Este enfoque no significa simplemente dejar el océano en paz; significa administrar de manera proactiva las actividades humanas para usar el océano de manera inteligente (en lugar de agotarlo), a fin de crear un océano más saludable que pueda ayudar a resolver los desafíos globales al proporcionar alimentos más saludables y sostenibles, energía renovable y soluciones al cambio climático.
Invertir en una economía oceánica sostenible también presenta una excelente oportunidad económica, ya que cada $1 invertido genera al menos $5 de beneficios netos y, a menudo, más.
Lograr una economía oceánica sostenible es posible, pero no sucederá si los negocios continúan como de costumbre. Para transformar todo el sistema oceánico, es importante tener los fundamentos correctos.
Cinco elementos básicos pueden sentar las bases para una economía oceánica sostenible:
- Uso de datos para impulsar la toma de decisiones
- Participar en la planificación oceánica orientada a objetivos
- Eliminación de riesgos financieros y uso de la innovación para movilizar inversiones
- Detener la contaminación terrestre
- Cambiar la contabilidad del océano para que refleje el verdadero valor del océano.
Con estas bases establecidas, la reforma, la innovación y la investigación específicas del sector pueden implementarse y acelerarse.
Durante años, la opinión general fue que el océano es tan vasto que simplemente es demasiado grande para fallar. La locura de este enfoque es ahora evidente. Ahora, la narrativa dominante es que los problemas son tan complejos que el océano es demasiado grande para arreglarlo. Esta visión también está equivocada. Los problemas del océano son reales, pero ya se están tomando medidas para resolverlos.
El océano no es demasiado grande para fallar, y no es demasiado grande para arreglarlo. es demasiado grande para ignorarlo.
Cuanto más aprendemos sobre el océano, más vemos que contiene respuestas a los desafíos más apremiantes que enfrenta la humanidad, incluidos el cambio climático y la seguridad alimentaria. Es hora de dejar de pensar en el océano como una víctima y verlo como una parte esencial de la solución a los desafíos globales.
La elección no es Entre protección y producción de los océanos, sino, en cambio, protección y producción de los océanos juntos puede ayudar a construir un futuro saludable y próspero para todos.
Los autores principales de este artículo son Martin R. Stuchtey, Adrien Vincent, Andreas Merkl y Maximilian Bucher. Los autores contribuyentes incluyen a Peter M. Haugan, Jane Lubchenco y Mari Elka Pangestu.